jueves, 5 de mayo de 2011

JULIO ANTONIO MELLA: ETERNO REVOLUCIONARIO

http://www.siporcuba.cl/julio_antonio_mella.htm


Aparece inscrito en el Registro Civil como Nicanor McPartland. En su niñez visitó varias veces a Nueva Orleáns (Estados Unidos) en compañía de su madre. Hizo la primera enseñanza en varios colegios católicos en la capital. En la Academia Newton fue alumno del poeta mexicano Salvador Díaz Mirón. Con el propósito de estudiar la carrera militar viajó a México alrededor de 1920. Regresa de inmediato a Cuba. Obtiene el título de Bachiller en el Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río (1921). Ese mismo año matricula Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana.

Sus primeros trabajos periodísticos aparecieron en la revista universitaria Alma Mater (1922-1923), de la que fue administrador. En enero de 1923 es líder de la lucha estudiantil por la reforma universitaria. Funda la Federación de Estudiantes Universitarios. En octubre de 1923 organiza y dirige el Primer Congreso Nacional de Estudiantes, y en noviembre inaugura la Universidad Popular “José Martí”, con el propósito de impartir instrucción política y académica a los trabajadores y de vincular la Universidad “con las necesidades de los oprimidos”.

Fue director y redactor de Juventud (1923-1925), fundador de la Liga Anticlerical (1924) y de la sección cubana de la Liga Anti-imperialista de las Américas (1925). Funda el Instituto Politécnico "Ariel" junto con Alfonso Bernal del Riesgo en 1925. Es el primer secretario de organización que tiene el Partido Comunista de Cuba y uno de sus fundadores (1925).

Fue expulsado de la Universidad de la Habana. Detenido, se declara en huelga de hambre. El Comité Pro-libertad de Mella inicia una campaña para liberarlo, la presión nacional e internacional se hace sentir, y se le libera el 23 de diciembre de 1925. A principios de 1926 embarca rumbo a Honduras.

En México se vincula al movimiento revolucionario continental e internacional. Colabora en los periódicos Cuba Libre, El Libertador, Tren Blindado, El Machete y Boletín del Torcedor (este último de La Habana). Pronuncia conferencias, publica críticas sobre el muralismo mexicano.

En febrero de 1927 asiste al Congreso Mundial contra la opresión colonial y el imperialismo, celebrado en Bruselas. Participa en la Liga Campesina Nacional de México. Sostuvo una polémica con Víctor Raúl Haya de la Torre, sobre la significación política del APRA.

De Bruselas viaja a Moscú, donde participa en el Congreso de la Internacional Sindical Roja. Miembro del Comité Central del Partido Comunista de México, lucha por la reforma agraria, por la nacionalización del petróleo y en las huelgas de los mineros. Funda varias organizaciones antimperialistas, estudiantiles y campesinas. Con Leonardo Fernández Sánchez y Alejandro Barreiro organiza la Asociación de los Nuevos Emigrados Revolucionarios Cubanos, ANERC (1927).

Entre los trabajos que dejó inéditos se encuentra "Hacia dónde va Cuba". Utilizó los seudónimos Cuauhtémoc Zapata, Kim (El Machete), y Lord McPartland.

Cuando el 10 de enero de 1929 cayó abatido por las balas de asesinos a sueldo del dictador cubano Gerardo Machado, exclamó ¡ Muero por la Revolución!

El crimen conmovió al mundo. Durante varios días hubo manifestaciones de protesta ante las embajadas yanquis de distintos países.

Así calificaron el hecho los comunistas mexicanos: “Los asesinos alquilados fueron solamente instrumentos del gobierno cubano, títere de Wall Street.”

El Comité Central del Partido Comunista de Estados Unidos declaró: “El; asesinato de Mella por agentes del gobierno de Machado, es parte del terrorismo sostenido por la dictadura de Machado, bajo el control de los americanos y, particularmente contra los comunistas.

“El imperialismo de Estados Unidos, ansioso de explotar a los trabajadores de América Latina, ha asesinado a otro de sus líderes. Los asesinos de Mella se han inspirado en la misma fuente que lo hacen los linchadores de negros en Estados Unidos.”

Las manifestaciones de repudio abarcaron a diferentes ciudades y estados mexicanos. El entierro del líder comunista cubano fue una verdadera manifestación de duelo popular. La última imagen, sin vida, de Julio Antonio, en la flor de su juventud, fue captada por el lente de Tina Modotti, quien retrató también su máquina de escribir donde quedó su último artículo sin terminar.

Getulio Vargas, un olvidado de la historia antiimperialista de nuestro continente

http://alancba.blogspot.com/2010/08/getulio-vargas-olvidado-de-la-historia.html

lunes 30 de agosto de 2010

Getulio Vargas, un olvidado de la historia antiimperialista de nuestro continente

Getulio Vargas nació en 1882 en São Borja, interior del Río Grande do Sul, cerca de la frontera con Argentina. Hijo de un estanciero republicano que combatió las fuerzas federalistas en 1893. Tras una breve iniciación en la carrera militar, se graduó en Derecho. En 1907 se alió al Partido Republicano Rio-grandense. Fue diputado estadual en 1909, reafirmado en las elecciones 1913 y de 1917. En 1922 y 1924 fue electo diputado federal. En 1926, fue ministro de Hacienda, durante un año, luego fue candidato a la gobernación de estado Rio Grande do Sul. Asume la gobernación de ese estado en 1928.
En este periodo, las oligarquías de São Paulo y Minas Gerais se alternaban en la gobernación del país por medio de una alianza llamada “Política del café con leche” (versión brasileña del Pacto de Punto Fijo). En 1930, tocaba a Minas Gerais la presentación del candidato a la presidencia. Sin embargo, São Paulo, para asegurar la continuidad de la política económico-financiera de contención de recursos para la caficultura, insistió en lanzar la candidatura de Julio Prestes. Esto llevó a Minas a buscar alianza con otros estados y así se formó la Alianza Liberal, bloque conformado principalmente por los estados de Minas Gerais, Rio Grande do Sul y Paraíba, pero con la participación también del Partido Democrático de São Paulo y el Partido Democrático del Distrito Federal.
Se lanzó, entonces, la candidatura de Getúlio Vargas e João Pessoa a la presidencia y a la vice-presidencia de la República, cuyo plan de gobierno se centraba en la reforma política del país, con la representación popular a través del voto secreto, la Justicia Electoral independiente, la amnistía para los revolucionarios de 1922, 1924 y 1925-27, la adopción de medidas económicas proteccionistas para productos de exportación además del café, medidas de protección a los trabajadores (jubilación, ley de vacaciones y la reglamentación del trabajo del menor y de la mujer. La derrota de esta fórmula fue anunciada tras un gran fraude. Intensas insatisfacciones bulleron el pueblo y después del asesinato del candidato a vicepresidente João Pessoa, empezaron las preparaciones del movimiento armado, en el que Getúlio figuraba con uno de los principales organizadores. Bajo su liderazgo la llamada “Revolución del 30” estalló el 3 de octubre y culminó con la deposición del presidente Washington Luís y la posesión en el gobierno de Getúlio Vargas el 3 de noviembre.
Tuvo dos ciclos presidenciales, de 1930 a 1945 y de 1950 a 1954. En este periodo promovió las más profundas transformaciones sociales y económicas de la historia de Brasil. La creación de Petrobrás, el proyecto de la Electrobrás y la restricción de importaciones iban contra poderosísimos intereses internacionales, que aliados a sus representantes internos, empezaron una brutal campaña de desestabilización.
Bajo una violenta presión, viendo las maniobras para la realización de un golpe que iba frenar súbitamente el acelerado proceso de desarrollo, en 1954, Getúlio se quita la vida como un grandioso acto de sacrificio por el pueblo que tanto luchó .
Su muerte generó la conciencia colectiva que impidió por diez años la implementación de la dictadura militar y por treinta años política de destrucción nacional, cuando se produjeron la privatización de casi todas las empresas estatales durante el gobierno neoliberal de Fernando Henrique Cardoso.
Síntesis de su actuación:
- Comandó la “Revolución del 30”, sublevación cívico-militar a la cual la población se adhirió masivamente, conformando una gran fuerza militar con más de sesenta mil hombres. El levantamiento resultó en la ascensión de Getúlio Vargas al poder en noviembre del mismo año (1930). Tras asumir el poder en 1930, Getúlio enfrentó difíciles momentos en que las fuerzas reaccionarias, sacadas del gobierno por la revolución, tramaban la contrarrevolución. Además de esto, una parte de la izquierda, desconociendo las verdaderas intenciones del gobierno de Getúlio, terminaron reforzando las filas contrarrevolucionarias. Así que, en 1937, defendiendo la revolución de un golpe, Getúlio decretó el cierre del Congreso Nacional y empezó su período de gobierno denominado “Estado Nuevo”. Sin embargo, Getúlio seguía sostenido por un masivo apoyo popular.
- Getúlio gobernó Brasil durante quince años bajo la legitimación revolucionaria. Aún tras su deposición, en 1945, incitada por un movimiento militar conservador, su liderazgo siguió haciéndose evidente. En una misma elección fue electo Senador por dos Estados (Rio Grande do Sul y São Paulo) y representante en la Cámara de Diputados por siete Estados (Rio Grande do Sul, São Paulo, Distrito Federal, Rio de Janeiro, Minas Gerais, Bahia y Paraná). Asume su mandato en el Senado como representante del Rio Grande do Sul, y ejerce la legislatura durante el período 1946-1949. Retornó, por el voto popular en 1950, para cuatro años más de gobierno.
- En el primer ciclo de su gobierno (1930-1945) podemos citar la creación de: la Compañía Siderúrgica Nacional; la Compañía Vale do Rio Doce (la mayor empresa de minería diversificada del continente americano y líder mundial en el mercado de hierro); la Usina Siderúrgica de Volta Redonda; la Compañía Hidro Eléctrica del São Francisco; la Consolidación de las Leyes del Trabajo (fue el ápice del proyecto laborista, es el documento básico de regulación del mercado de trabajo y el pilar de la ideología laborista materializada en la derechos sociales); el Ministerio de Trabajo, Industria y Comercio; el Ministerio de la Educación y Salud Pública; Plan General de Vial Nacional: Plan de Obras Públicas y Equipamiento de la Defensa Nacional; Comisión de Defensa de la Economía Nacional, Fábrica Nacional de Motores, Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial, entre otros.
- En su segundo gobierno (1950-1954) promovió la creación de la Petrobrás, el Banco Nacional de Desarrollo Económico (BNDE), el Plan Nacional de Carbón, Superintendencia del Plan de Valorización Económica de Amazonia, y ya avanzaba con la creación del Plan Nacional de Electrificación y de la Eletrobrás, entre otros. ´
Síntesis de su pensamiento:
- Defensa los intereses nacionales contra el imperialismo.
- El papel del Estado en el desarrollo de la economía y como regulador de las relaciones capital/trabajo, priorizando la inclusión social.
- Impulsar la modernización e industrialización de Brasil, promoviendo la verdadera emancipación del país.
Citas importantes:
“Atravesamos, nosotros, la humanidad entera traspone, un momento histórico de graves repercusiones, resultante de rápida y violenta mutación de valores. Marchamos hacia un futuro diverso de cuanto conocíamos en materia de organización económica, social o política y sentimos que los viejos sistemas y fórmulas anticuadas entran en declinación. No es, sin embargo, como pretenden los pesimistas y los conservadores empedernidos, el fin de la civilización, sino el inicio tumultuoso y fecundo, de una nueva era. (...)
En vez de este panorama de equilibrio y justa distribución en la Tierra, asistimos la exacerbación de los nacionalismos, las naciones fuertes imponiéndose por la organización basada en el sentimiento de la patria y sosteniéndose por la convicción de la propia superioridad. Pasó la época de los liberalismos imprudentes, de las demagogias estériles, de los personalismos inútiles y sembradores de desórdenes. A la democracia política sustituye la democracia económica, en que el poder, emanado directamente del pueblo e instituido en defensa de su interés, organiza el trabajo fuente de engrandecimiento nacional y no medio de camino de fortunas privadas. No hay más lugar para regímenes fundados en privilegios y distinciones; en cambio sólo hay lugar para proyectos que incorporen toda la nación en los mismos deberes y ofrezcan, equitativamente, justicia social y oportunidad en la lucha por la vida”. Discurso de Getúlio Vargas pronunciado en 1940.
“El Brasil Socialista, el Brasil del mañana, se proyectará en el concepto de las naciones, con el concurso de vuestro ejemplo y de vuestra altivez, como un país que comprende la evolución y realiza sus trasformaciones en el cuadro superior de las ideas, sin odios, sin pasiones y sin rencores, asegurando a todos el derecho de vivir con dignidad”. Discurso pronunciado en la ciudad de Salvador, el 13 de enero de 1947.
Trascendencia histórica:
Las políticas económica y social de su gobierno trasformaron el país de una hacienda arcaica en una potencial industrial. Getúlio simbolizó la construcción de un país soberano, la creación de una legislación social y laborista que realmente dispensaba protección social al pueblo, la industrialización del país y consecuentemente la emancipación nacional. “Fue él quién colocó en agenda el imperativo nacional de un programa energético, de un programa logístico, de un programa de la industria de base por medio del desarrollo de la siderurgia. Entretanto, su obra principal, tal vez la más importante, no es física. Vargas simplemente hizo al pueblo Brasileño creer en sí mismo”. (Palabras de Carlos Lessa, ex presidente del BNDES)

¨Brasil nos dio el pan, nosotros daremos nuestra sangre¨

NB: El 5 de agosto de 1924 un atentado hiere al periodista Carlos Lacerda, uno de los grandes adversarios de Getulio, y mata al mayor Rubens Vaz. El jefe de la guardia personal del presidente es acusado del crimen. Las Fuerzas Armadas comienzan a exigir su renuncia y Vargas dice: “Sólo salgo de aquí muerto”. El 24 de agosto, Vargas se suicida en su cuarto del Palacio del Catete, en Río de Janeiro con un disparo al corazón. Deja una carta testamento, cuyo último parágrafo dice: "Serenamente doy el primer paso en el camino de la eternidad y salgo de la vida para entrar en la historia". La reacción del pueblo es explosiva, los periódicos opositores son depredados e incendiados, las barricadas cortan las rutas, en muchos puntos hay violentos choques con la policía y la embajada norteamericana es atacada.

Salvador de la Plaza, un pensador revolucionario venezolano en el olvido

http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article683

Salvador de la Plaza, un pensador revolucionario venezolano en el olvido

Viernes 25 de diciembre de 2009 por CEPRID

Mailer Mattié

CEPRID

Nació Salvador de la Plaza en Caracas el día 1 de enero de 1896. Transcurrió su juventud en esta ciudad, en plena dictadura del general Juan Vicente Gómez. A los siete años muere su padre, un conocido médico caraqueño. Cursa sus primeros estudios en el Colegio Católico Alemán y en 1913 se matricula en la Escuela de Medicina, siendo Delegado ante el Consejo de la Asociación General de Estudiantes de Venezuela. Al poco tiempo, el dictador ordena el cierre de la Universidad. Salvador de la Plaza se ve obligado a abandonar la carrera de Medicina y comienza a estudiar Derecho, presentando los exámenes de las asignaturas en el Ministerio de Instrucción Pública. Fundador de la organización "Liceo de Ciencias Políticas", tras la reapertura de la Universidad en 1918 pasa a formar parte del Consejo Central de Estudiantes donde se agrupan muchos jóvenes que actúan clandestinamente contra la dictadura. En 1919 Salvador de la Plaza forma parte de una conspiración cívico-militar que fracasa en su intento de derrocar el gobierno. Después de dos años en la cárcel, el 11 de abril de 1921 es expulsado del país y viaja a Francia donde se reúne con otros exiliados.

En París adquiere una formación política marxista y termina sus estudios de Derecho en 1923. En Venezuela ha comenzado la explotación petrolera y el dictador se convierte en aliado incondicional de las compañías extranjeras. Salvador de la Plaza regresa a América, consciente de que la lucha contra el régimen es ahora también parte de la resistencia antiimperialista. En 1925 vive en La Habana, donde conoce a Julio Antonio Mella, fundador del Partido Cominista de Cuba, y crea allí la revista Venezuela Libre. En 1926 se instala en México, donde organiza junto a otros exiliados el Partido Revolucionario Venezolano (PRV), a la vez que edita el periódico Libertad. Realiza al mismo tiempo una intensa labor política dentro del movimiento internacional antiimperialista. Apoya en tal sentido la lucha del general Sandino para expulsar a los marines estadounidenses de Nicaragua, trabajando en el Comité Manos Fuera de Niracagua (MAFUENIC) encargado de ampliar las redes de solidaridad. Conoce al pintor Diego Rivera, con quien colabora en la Liga Antiimperialista de las Américas editando el periódico El Libertador. Justamente en la edición de abril de 1926, publicó Salvador de la Plaza su primer artículo conocido hasta ahora titulado "El pacto de Gómez con Wall Street", denunciando la intervención del capital petrolero en la soberanía de Venezuela. En noviembre de 1927 viaja como periodista a Moscú a las celebraciones del X Aniversario de la Revolución Bolchevique , con pasaporte panameño a nombre de Salustiano Salustianovich Paredes.

Durante los años 1930 y 1933 reside en la ciudad de Barranquilla, en el Caribe colombiano, participando en la organización de actividades contra la dictadura. Junto a Gustavo Machado, interviene también en la fundación del Partido Comunista de Venezuela (PCV).

En 1936, tras la muerte del dictador, a los 40 años regresa al país y se incorpora al movimiento nacional a favor de la construcción de una sociedad democrática. Asiste al Primer Congreso de Trabajadores de Venezuela y apoya la primera huelga petrolera en la historia del país, que terminó con la expulsión de sus dirigentes al exilio. Participa en la fundación del Partido Republicano Progresista (PRP) y el gobierno del general López Contreras le envía otra vez a la cárcel. En 1937 sale de nuevo al exilio.

Regresa a México y presencia los cambios sociales que impulsa el Presidente Lázaro Cárdenas, fundamentalmente la Reforma Agraria y la nacionalización petrolera que ejercen en su pensamiento una influencia decisiva. Volverá a Venezuela en 1942, al iniciarse la apertura democrática del Presidente Medina Angarita. En 1946 se distancia del Partido Comunista; organiza en 1947 el Partido Revolucionario del Proletariado (comunista) (PRP-C) y edita su periódico. Defiende la política petrolera nacionalista del gobierno, expresada en la Ley de Hidrocarburos de 1943, el aumento de impuestos a las petroleras y el no otorgamiento de nuevas concesiones. En octubre de 1945, el Presidente Medina es derrocado por un golpe de Estado apoyado por las petroleras. Tras un breve período de transición que incluyó el gobierno de Rómulo Gallegos, en 1948 se instala la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y en 1954 Salvador de la Plaza regresa al exilio. De nuevo en Francia, se dedica a estudiar Economía y problemas del desarrollo. Derrocada la dictadura en 1958, regresa a Venezuela e inicia a sus 62 años una intensa labor como profesor universitario, escritor y conferencista. Dedica casi exclusivamente su trabajo a denunciar las consecuencias políticas, económicas y sociales de la presencia en el país de las compañías petroleras. Por su vida austera y solitaria y su carácter reservado, los amigos le apodaban el "monje rojo". Murió a los 74 años el 29 de junio de 1970 de un infarto al corazón, mientras trabajaba en su despacho de la Universidad Central de Venezuela.

Petróleo y soberanía nacional

Desde 1917 las compañías petroleras angloamericanas intervinieron de una forma u otra en los asuntos nacionales, favoreciendo sus propios intereses. Salvador de la Plaza dedicó gran parte de su trabajo a demostrar el saqueo del petróleo venezolano y los desequilibrios provocados en el desarrollo histórico del país. Comprendió pronto que la posición internacional adquirida por Venezuela debido a la importancia de su producción petrolera, sería el factor fundamental en orientar los asuntos económicos y políticos de la nación. Su obra, dispersa en decenas de artículos, ensayos y conferencias, se encuentra recopilada en dos tomos publicados a finales del siglo pasado por la Universidad de Los Andes en Mérida, cuya edición tuve la responsabilidad de preparar bajo el título Petróleo y Soberanía Nacional.

De su análisis destaca el énfasis por revelar los vínculos entre el significado económico del petróleo y el resto de la sociedad. En particular, revelar la invisibilidad y las consecuencias de las redes que se tejían entre lo petrolero y lo político. En 1945, cuando el partido Acción Democrática de Rómulo Betancourt pactó con las petroleras el derrocamiento del Presidente Medina Angarita en represalia por las reformas y la Ley de Hidrocarburos de 1943, Salvador de la Plaza daba cuenta en diversos escritos del significado negativo que el petróleo había adquirido en el transcurrir de la historia contemporánea de Venezuela. Pensaba, por tanto, en la urgente necesidad de corregir esos efectos.

Hay, de hecho, dos argumentos principales que subyacen a lo largo de su obra. En primer término, consideraba que la riqueza petrolera debía traducirse fundamentalmente en bienestar social para el país, viendo en las compañías extranjeras el obstáculo central para alcanzar ese objetivo. En segundo lugar, pensaba que la clase dirigente estaba en la obligación de tener siempre presente el hecho de que se trataba de la explotación de un recurso no renovable, extinguible. En consecuencia, consideraba primordial no sólo limitar su explotación, sino maximizar la inversión de los ingresos que percibía el Estado para construir una sociedad cada vez menos dependiente de esa renta. Construir, pues, una sociedad sin la presencia de las empresas extranjeras, donde el Estado tomara las riendas de la industria de los hidrocarburos. Pensaba que era ésta precisamente la vía para que el país dejara de ser en el futuro una nación petrolera. "Tenemos que dejar de ser un país petrolero, pero no en palabras y en declaraciones, sino en hechos", escribió en 1960. Sus argumentos, sin embargo, jamás tuvieron receptividad entre los sectores que dirigieron el país antes y después de la nacionalización petrolera en 1976. Cuando el Estado tomó al final el control de la industria, la ausencia de un proyecto nacional autónomo a largo plazo derivó en la irresponsabilidad del despilfarro y la corrupción generalizada. Aún más, paralelamente al aumento de los precios del crudo en los mercados internacionales, la pobreza se extendió inusitadamente entre la mayoría de la población. Defendió Salvador de la Plaza igualmente las políticas de la OPEP desde su fundación en 1960. La consideraba un instrumento de soberanía de los países propietarios del tercer mundo. Un instrumento para arrebatar el control de las compañías sobre la oferta y los precios del crudo a nivel mundial. Una conquista en el plano del orden económico internacional que podría permitir a los países miembros la posibilidad real de garantizar el bienestar de sus ciudadanos.

Fue partidario asimismo de utilizar la riqueza petrolera como mecanismo de solidaridad entre los pueblos. En 1960, por ejemplo, defendió a través de su columna semanal en el diario El Nacional de Caracas el proyecto de enviar petróleo a Cuba. "La forma de pago se encuentra con solo quererla encontrar", escribió en uno de sus artículos. El énfasis de Salvador de la Plaza, por otra parte, en conservar un recurso agotable, radicaba sin duda en su constante preocupación por las generaciones futuras. Así, en la última década de su vida desarrolló algunos planteamientos que hoy día pueden considerarse ecológicamente notables. Un claro ejemplo fue su aguda crítica a los sistemas de contabilidad nacional, insistiendo permanentemente para que fuera incluida una partida que considerara como pérdida para la nación el agotamiento de los yacimientos petroleros. Es decir, contabilizar los límites del crecimiento económico generado por la producción petrolera. Un planteamiento que políticos y economistas aún se niegan a aceptar.

Petróleo y revolución

La obra de Salvador de la Plaza pareciera estar ausente en la elaboración de la base ideológica e histórica de la Revolución Bolivariana. Su pensamiento, no obstante, impregna indudablemente la política nacionalista del gobierno y el espíritu de soberanía de la Constitución de 1999. Se refleja también en el esfuerzo que ha hecho Venezuela para contribuir a la recuperación de la OPEP como cartel de países propietarios. De la misma manera, está presente en la solidaridad manifiesta con Cuba, los países latinoamericanos y las poblaciones de Estados Unidos afectadas por los huracanes que reciben petróleo venezolano en condiciones especiales.

En agosto de 2005, el Presidente Hugo Chávez anunció los nuevos planes de inversión y desarrollo en la industria petrolera. El ambicioso programa prevé, además de la consolidación de las empresas regionales Petrocaribe, Petrosur y Petroandina, la inversión de capital extranjero y nacional en la explotación de 500 mil Km.&Mac253; de la plataforma marina y de 570 mil Km.&Mac253; en tierra firme. Contempla asimismo la construcción de una gran refinería en Cabruta, el uso intensivo del río Orinoco para el transporte petrolero, un complejo gasífero en el Golfo de Paria, un gasoducto hasta Colombia para conectar con el Pacífico, Centroamérica y los Estados Unidos y otro de unos 12 mil Km. que atravesaría la región de la Gran Sabana para adentrarse en territorio brasileño.

Venezuela respondería de esa forma a las exigencias del mercado petrolero internacional. La OPEP ha estimado que la demanda crecerá hasta 17 millones de b/d entre los años 2010 y 2020. Según la organización ecologista Oilwatch, sólo Estados Unidos aumentará su consumo en 36% hasta el año 2025, importando el 65% del total. Si no hay cambios en esta previsión, se estima que las reservas mundiales podrían agotarse aproximadamente en el 2040. En este marco, el objetivo es alcanzar en 2012 una producción petrolera nacional de 6 millones de b/d, el doble de la actual. Los retos que supone este proyecto, sin embargo, son enormes.

El petróleo ha significado históricamente para el país desequilibrios de todo orden. El mayor riesgo es que la gran escala del nuevo plan petrolero pueda crear otros en términos económicos, políticos, sociales, culturales y ambientales. La explotación petrolera, sin duda, ha causado importantes daños ecológicos en regiones como la cuenca del Lago de Maracaibo. Ha sido fuente permanente de corrupción y contribuyó a crear una economía altamente dependiente del exterior, en detrimento de las economías y los recursos locales. Conformó, por así decirlo, una ciudadanía rentista que redujo el ejercicio de sus derechos a su participación en los beneficios petroleros distribuidos arbitrariamente por el Estado. Cuando éstos se desviaron hacia el pago de la deuda externa, la población quedó indefensa, a merced de las políticas neoliberales que asumieron los gobiernos sin renunciar nunca a la corrupción.

El nuevo proyecto, pues, deberá enfrentar muchos de los viejos fantasmas del petróleo que, aunque debilitados algunos, se resisten con fuerza a abandonar el escenario nacional. Deberá impedir sobre todo su fortalecimiento y la aparición de otros, respetando y ajustándose al plan a largo plazo contenido en la Constitución, no sólo en términos de soberanía. También en relación a la construcción de una nueva cultura ciudadana que amplíe el ejercicio de sus derechos y asuma impostergables deberes colectivos, destruyendo sobre todo el tradicional y nocivo vínculo petróleo/corrupción. Deberá garantizar, además, la protección del territorio en términos ecológicos y el respeto a la diversidad. Vastas regiones ambientalmente frágiles donde habitan pueblos indígenas, por ejemplo, podrían verse seriamente afectadas, incluyendo el Parque Nacional Canaima, la Reserva Forestal de Imataca, la Gran Sabana , el curso del río Orinoco y la Cuenca del río Caroní. La visión del proyecto, en suma, es impensable que pueda reducirse a sus aspectos económicos.

Venezuela tiene hoy día la gran oportunidad histórica en la que pensaba Salvador de la Plaza para crear instrumentos, políticas e instituciones capaces de construir la transición hacia una sociedad real postpetrolera. Un serio y elevado debate nacional, comprometido con las generaciones futuras, debe incluir respuestas alternativas a los problemas nacionales, pero también al orden económico mundial que amenaza con expulsar a la especie humana del planeta. Es éste, sin duda, el enorme reto de la Revolución Bolivariana.

Mailer Mattié es Economista venezolana.

martes, 26 de abril de 2011

Desde los pueblos podemos hacer la union y la paz

En las ADVERTENCIAS Y DISPOSICIONES DEL AÑO 1934, publicadas en la BALANZA Nº 26, es interesante notar que en la disposición 6º, Joaquín Trincado en su caracter de Director General de la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal, dispone:
Que deseamos que todos nuestros adherentes sean buenos patriotas, y lo serán, no consintiendo poner en peligro la paz de cada patria; lo que se consigue sabiendo que todos los hombres de las otras patrias son tan patriotas como todos; creerlos menos, es una provocación que pone obstáculos a la fraternidad y es un peligro inminente para la paz y buenas relaciones. Quitar esos peligros, es ser verdaderos patriotas y se borran las fronteras en lo moral y espiritual, que es por donde empieza y se afianza la grandeza y bienestar de las naciones, bajo un imperturbable iris de paz: en lo que nuestra Escuela se empeña y lo lleva al publico por LA BALANZA.

A su vez, en la Balanza Nº 60, resalta el papel forjador de la paz que cumplen las mujeres cuando saben ser buenas patriotas, porque este es un gran cuarto amor al que se llega cuando se sabe servir dignamente al primer amor, el hogar, el amor de familia. Y al respecto agrega:
El amor de madre, no tiene fronteras; las madres, en todas partes son madres, y ellas debieron ser la paz del mundo. ¿Acaso, la madre mexicana, la argentina, la peruana, la boliviana, la francesa y la alemana, la rusa y la austriaca, la turca y la griega, la china y japonesa, no son lo mismo madres y santas por ser madres?
¿Por qué pues echan sus hijos a la guerra a matarse como fieras?... ya es hora pues de dignificaros, sabiendo ser madres: para ello nuestra Escuela os quiere enseñar y lo aprnderéis y lo enseñaréis, en el estudio; apropiándoos, lo que enseñan nuestras doctrinas, especialmente el Profilaxis de la Vida, que os enseña a educar vuestros hijos, aún antes de concebirlos; y en los Cinco Amores, sabréis crear una buena sociedad y ascendiendo llegaréis a ser verdaderas patriotas, porque sabiendo que las otras madres son tan madres y patriotas como vosotras, ya no echaréis vuestros hijos, contra los otros hijos, a que se maten.
Sois, pues, por ser madres, la forma de la paz; pero nuestra Escuela os enseña a ser madres, y por ello, seréis no sólo la forma de la Paz sino la Paz.

Ya en 1931, Trincado había afirmado:
Cada pueblo en sí mismo, como cada hombre, es grande y es un miembro de la sociedad universal; y por la escala de los Cinco Amores, cada uno es soberano; pero no es, ni más grande ni mejor el uno que el otro. Tanto es Norteamérica y un norteamericano, como un nicaragüense y Nicaragua, y un México y un mexicano, no es mas ni mayor que un español y España, ni que un chino y la China, o una Andorra y un andorrano. He ahí la verdad.

miércoles, 9 de marzo de 2011

HEROINAS VENEZOLANAS

Hace tiempo atras, comenzando el actual proceso bolivariano, un compatriota a quien admiro y aprecio por su trayectoria revolucionaria en la que continua a pesar de sus muchos años, me entregó un libro con la esperanza de que diera a conocer entre las mujeres de nuestro pueblo, las microbiografias de las heroinas venezolanas, "abnegadas mujeres que un día, ante el sacrificio que la patria reclamaba de todos sus hijos, olvidaron su tradicional condición de CUIDADORAS DE LA CASA y se incorporaron a la lucha por la libertad, unas haciendo oir su airada protesta contra los tiranos, otras animando a los patriotas o empuñando las armas para ponerse a la cabeza de grupos revolucionarios, como "Juana la Avanzadora", para dejar a sus hijos una herencia de patria libre."

JOSEFA JOAQUINA SANCHEZ:
A comienzos del siglo XVIII y en un sitio llamado "Casa de Misericordia", suerte de prisión y de manicomio que sostenían las autoridades españolas en lo que hoy se conoce como Parque Carabobo en Caracas, en una de sus celdas agotaba su vida, una mujer venezolana que había sido encerrada allí después de un largo y doloroso proceso contra su esposo, el Protomártir de la Revolución de 1797, José María España.

Doña Joaquina Sánchez era hija de Don Joaquín Sánchez y de Doña Juana Bastidas, vecinos del puerto de La Guaira. Nació en el mismo puerto el 18 de octubre de 1765. Casó con José María España el 27 de julio de 1783, de cuyo matrimonio nacieron los siguientes hijos: Bernandino, María, Germana María, Valentina Soledad, Francisca Josefa, José María Eufemio, Prudencio José, Cosme Damián y José Asunción.

Joaquina Sánchez era mujer de carácter fuerte que sabía hacer frente a las vicisitudes de la vida; había adquirido conciencia de lucha al lado de su esposo y en el trato constante de los primeros revolucionarios que lucharon por nuestra independencia. Con ellos compartió sus momentos peligrosos y los ayudó, no solamente en la propaganda y en la copia de los documentos de la revolución, sino que ella fue quien confeccionó, con sus propias manos, las primeras escarapelas de los patriotas y la bandera del movimiento emancipador.

A raíz de la develación del movimiento, su esposo había huido a Trinidad, regresando un año después y ocultado en su casa, donde siguió desarrollando sus ideas revolucionarias. Delatado su escondite, es hecho preso y sentenciado a muerte, hecho ocurrido el 8 de mayo de 1799.

Días antes había sido interrogada por las autoridades su esposa, Doña Joaquina en vista de la delación que acababa de hacer el negro esclavo Rafael España quien confesó que su ama le había dicho que "indujera a los demás negros de sus Hacienda e inmediatas a que se levantasen y vengan para La Guaira", en contra de las autoridades españolas.

Joaquina, demostrando su entereza de carácter y aparentando tranquilidad contesta las preguntas que le hacen y dice que desconoce el paradero de su esposo, de quien "apenas si ha recibido una carta" y que ignora igualmente donde está Don Manuel Gual y su hermano Domingo Sánchez. Cuando la interrogan sobre el negro Rafael España responde que tiene por lo menos unos tres meses que no habla con el esclavo, que con ella viven solamente sus hijos y la india de servicio María Josefa Rufina. Pero las autoridades tenían constancia que Doña Joaquina había mandado al negro Rafael España a levantar las peonanadas de las haciendas vecinas de La Guaira en un esfuerzo desesperado por levantar la bandera de la libertad caída de las manos de su esposo; tambien tenian conocimiento de que ella sabía del escondite de su esposo, ya que su estado de gravidez era notorio.
Cuando le preguntaron el por qué estaba embarazada si no sabía de su esposo, ella, armándose de valor para salvarlo
, responde "y acaso no hay en el mundo otro hombre que José María España?". Doña Joaquina Sánchez en cinta de su último hijo, inmolaba así su honor de esposa para salvar al padre de sus hijos.

Las autoridades registran la casa, sus bienes son confiscados y Joaquina es arrestada y llevada a la cárcel, lo mismo que el negro Rafael. El corregidor Pimentel se encargó de vigilar la conducta de la esclavitud de la Hacienda "Laderas" propiedad de los España Sánchez y de las demás inmediatas, asegurando que "se necesitaba una escrupulosa vigilancia porque en aquel puerto se formó la conjuración".

El 29 de abril de 1799 llega Doña Joaquina Sánchez a Caracas privada de comunicación y bajo la custodia de un pelotón de soldados al mando del Capitán Vicente Balvey. La sentencia fue pronunciada el 19 de febrero de 1800. En ella se la condena a ocho años de reclusión contados desde aquella fecha en la Casa Hospicio donde se hallaba, "y que cumplidos, se diese cuenta al Tribunal para disponer lo que se estime más conveniente a la ulterior conducta que debe observarse con la referida Sánchez".

El 13 de junio de 1808 Joaquina Sánchez, la olvidada prisionera de la Casa de Misericordia, escribe una representación al gobernador suplicándole que permita a sus hijos continuar sus estudios en la Universidad de Caracas, donde "en la actualidad están oyendo filosofía". Y el 10 de julio recibe la contestación, firmada por Don Juan Germán Roscio, negándole ésta gracia y dándole la orden de que sus hijos vayan con ella a Cumaná, el sitio que le ha sido designado para terminar su vida. Todo éste terrible castigo le fue aplicado a Joaquina Sánchez por no haber delatado a su propio marido, declarado Reo de Estado.

Así es confinada a Cumaná, sin derecho a sacar ningún bien de fortuna, y con la prohibición de volver, ni ella ni sus hijos a Caracas o La Guaira.

CONSUELO FERNANDEZ

Nativa de Villa de Cura, a esta joven venezolana le tocó vivir en su suelo natal la angustia del año 14, año de dolor y sangre para la República, pero también año de demostraciones del valor y el estoicismo de los patriotas venezolanos-hombres y mujeres- en una lucha a muerte contra el ejército realista comandado por Boves, Zoazola,y Morales, entre otros.

Después de la primera derrota de Campo Elías en La Puerta, el 3 de febrero de 1814, Bolívar ordena que parte de las tropas que cubren el Occidente corran a Valencia bajo las órdenes de Villapol, y con el resto de las tropas de Campo Elías refuerza el estrecho de La Cabrera que ya estaba fortificado con las tropas del coronel Manuel Aldao.

Boves después de su triunfo en La Puerta se había acuartelado en Villa de Cura preparándose para continuar hacia el Centro contra los patriotas. Las tropas que comandaba Boves invadían y saqueaban todo, quemaban casas,

templos, escuelas y ultrajaban hogares.

El General José Félix Ribas levanta en Caracas "un arsenal de valientes", con los cuales forma una columna y se lanza fogosamente hacia La Victoria para obstruir el paso a Boves.

Entre los jovenes decididos y valientes oficiales se encuentra Manuel Fernández, hermano de Consuelo quien ha quedado en Villa de Cura acompañando a su anciano padre. Villa de Cura está ocupada por las tropas de Boves sedientas de sangre.

Consuelo Fernández, a través de un llamado "Coronel Pérez" que la corteja, conoce de los preparativos de Boves para atacar La Victoria, por lo que envía con un joven patriota un mensaje a su hermano a La Victoria, pero el joven es perseguido por otro Oficial de Boves quien logra apresarlo y arrebatarle el mensaje que decía: "El Sargento Boves que se encuentra acuartelado en Villa de Cura, se prepara a invadir La Victoria, avísale al General Ribas. Uno de los tenientes de Boves, llamado coronel Pérez, que me vio el otro día en la Iglesia, se atrevió a pedir mi mano a papá. Figúrate con que indignación no rechazamos esta proposición, pues tú sabes que entre los patriotas y los realistas hay un abismo insondable. Te bendice tu hermana Consuelo".

La carta que era un grito de angustia, llegó a las manos del Coronel Pérez, quien se hallaba ofendido por el rechazo de Consuelo a su propuesta amorosa. El decepcionado Oficial le comentó a a sus compañeros: "O me caso con Consuelo Fernández o ella será fusilada"... Y de inmediato imparte sus órdenes para que Consuelo y su padre sean reducidos a prisión.

Una vez en su presencia, el Coronel le da lectura a la carta interceptada; la joven patriota, viéndose perdida, en un rasgo de valor confiesa: "Mi padre es inocente de lo que yo he escrito a mi hermano". "En cuanto a mí, le aseguro que prefiero mil veces la muerte antes de ser la esposa de un realista".

Al día siguiente de esta confesión el padre de la joven es puesto en libertad y ella condenada a sufrir la última pena "por haber transmitido noticias de la guerra a su hermano". Con gran entereza de ánimo, oye Consuelo la sentencia que le es leída en medio de redobles de tambores.

Y clareó el alba de la trágica mañana señalada para su ejecución: era el 10 de febrero de 1814. Consuelo es conducida al sitio de la ejecución, y mientras camina el coronel Pérez: le dice ¿no quieres ser mi esposa? Si consi

entes en casarte conmigo te salvaré la vida.

Apártese de mi camino, contestó con entereza la joven. Jamás podré unirme a lo que me inspira tanto desprecio."¡Viva la Patria! ¡Viva la Libertad! Y mansamente se dejó conducir al suplicio esta extraordinaria heroína de 17 años. De manera repentina, y sin poder evitarlo, irrumpe el padre a la Plaza y se abraza a su hija cubriéndola con su llanto. Una descarga se oye, y caen a tierra padre e hija abrazados, cubriendose el suelo con su sangre patriota.

JUANA RAMIREZ "LA AVANZADORA"

Nace en Chaguaramas hoy estado Guarico en 1790, hija de esclava manumisa de la familia Ramirez.

Juana Ramírez era una mujer del pueblo que se ganaba la vida lavando la ropa de las familias ricas de la región. Era, además, una hermosa muchacha, "una auténtica criolla de color entre claro y moreno, de ojos vivos y de parte regular y bien formada, poseída de un patriotismo inigualable, de amable carácter en sus momentos apacibles, de prestancia de ánimo indiscutible ante el peligro, infatigable en los preparativos de la defensa, vigilante cuando las circunstancias difíciles lo demandaban y fogosa en el combate… capaz de cegar con las balas de sus cañones al enemigo”.

Una de sus más destacadas características era la generosidad. A pesar de su pujanza, de su carácter un tanto autoritario, se dedicaba con o sin igual abnegación curar a los heridos después de la batalla y a enterrar a los muertos. Refieren las crónicas que cuando sus compañeros se entregaban al descanso después de reñido combate, Juana Ramírez permanecía vigilante y se dedicaba a la noble y humanitaria misión de asistir a los que sufrían, dando el alimento y poniendo las vendas en las heridas de los valientes soldados de la libertad.

De ella dice Lorenzo Zaraza, nieto del General Pedro Zaraza, quien combatió a su lado en la defensa de Maturín: La gallarda Juana Ramírez, "La Avanzadora" formó parte de la emigración caraqueña, combatió en Maturín y le prestó importantes servicios a la causa de la independencia. Era nativa de Chaguaramas, del Estado Guárico. Otros historiadores dicen que nació en Cumaná, otros que en Petare. Don Lorenzo Zaraza asegura que es de Chaguaramas

En Maturín, el Comandante Villapol, con su ejército de guerrilleros, se apresta a la defensa con el grito de "¡Viva la República!" Abajo la tiranía! A su lado está la juventud, las mujeres, el pueblo, todos decididos partidarios de la Independencia. Monteverde atropella, persigue, mata sin piedad a los patriotas. Las familias huyen a las posesiones campestres, a las orillas del río, a las montañas… Allí aguardan el desarrollo de los acontecimientos del año 13, cuando los patriotas pelean hasta el heroísmo, hasta la muerte, por la posesión de la plaza.

Bajo la dirección de Manuel Piar se organiza una batería que toma el nombre de "Las Mujeres", porque está en su totalidad defendida por mujeres del pueblo que luchan al lado de los hombres por su independencia, con su mismo valor y arrojo, dispuestas a obtener su libertad o la muerte. Entre ellas está Juan Ramírez, "La Avanzadora". Este título lo ha ganado por ser ella la primera en avanzar hacia el enemigo.

Juana Ramírez sintió un gran amor por la causa emancipadora; un día se le presentó al General Bermúdez para pedirle la dejara tomar parte en el combate. Allí quedó en el campo de batalla, cavando las trincheras, disparando los cañones, animando a los guerreros, curando los heridos; enfriaba con un trapo húmedo la boca de los cañones.

En la batalla de los altos godos en medio de la lluvia de balas atravesó el campo de batalla y arrancó su espada a un general muerto.

- “Con esta espada defenderé mi derecho a una patria libre! dijo estremecida de emoción.”

Y se volvió a su campamento con la espada en alto, como un trofeo. Desde entonces será llamada Juana Ramíres "la avanzadora" por Manuel Piar.

Tras la caída de Maturin en manos de los realistas abandona la ciudad y regresa luego de recuperada por las tropas patriotas, fallece a los 66 años y el 24 de junio de 1975 se erige un monumento sobre su tumba.

LUISA CACERES DE ARISMENDI

Nació en Caracas el 12 de septiembre de 1799, era la hija mayor de don Domingo Cáceres y de su esposa Doña Carmen Díaz.

Era Luisa gran admiradora del General José Félix Ribas apreciado amigo de su padre, en cuya casa conoció ya viudo, al General Juan Bautista Arismendi, quien más tarde había de ser su esposo.

El padre de Luisa muere el 6 de marzo en la Guarnición de Ocumare y el hermano mayor a los 10 días de muerto de su padre. La familia Cáceres recibe la noticia con doble espanto; la muerte de los hombres de la familia, y el temor de que Rosette amenaza la población con el saqueo y el degüello. En el transcurso de la emigración a Oriente, cunado seguían la costa de Cumaná, Bolívar fijó su atención en Luisa, que lloraba porque no podía caminar ni sostenerse en pie, y movido a compasión la coloca en el anca de su cabalgadura, y luego la entrega a Páez encareciéndole su cuidado. Llegadas a la Asunción, Arismendi la manda a buscar. El día 4 de diciembre de 1814, el General Arismendi celebra sus segundas nupcias con Luisa Cáceres. Las autoridades españolas planean la captura de Arismendi y al verse burladas se apoderan de Luisa y la llevan presa para la Asunción. Conducida a la Fortaleza de Santa Rosa es encerrada en un estrecho calabozo, y obligada a comer el rancho de la soldadesca como único alimento. Los verdugos sacan a Luisa del calabozo una noche con gran alarma, ella tiembla al pensar que va a ser sacrificada por los verdugos, solo quieren torturarla y la hacen pasar por sobre los cadáveres de los patriotas fusilados, la sangre derramada, va a desembocar a un aljibe de la prisión y a Luisa la obligan a calmar su sed con aquella agua pestilenta y mezclada con sangre de los suyos.

Próxima a nacer su hijo solo tiene para vestirlo un velo que trajera atando sus cabellos cuando fue conducida a prisión. Un oficial le pregunta que nombre va a ponerle, ella contesta fríamente: "el de su padre". En condiciones de angustia y solamente acompañada por otra prisionera, tiene el 26 de enero de 1816 una niña que muere al nacer debido a los intensos sufrimientos de la prisión y al recuerdo de su esposo. Cuando le van a echar las aguas bautismales y le preguntan que nombre quiere ponerle le dice: "Juan Bautista". Dos días pasaron sin que nadie se ocupara de enterrar el cadáver de aquella criatura, Luisa pide ayuda y le mandan unos niños a quienes les entrega el cuerpecito. Al regresar estos y preguntarle donde lo habían enterrado, le contestaron: "lo hemos botado en el zanjón".

Insistiendo en torturarla los verdugos la sacan nuevamente del calabozo y le indican el sitio donde será fusilada. Luisa heroicamente les ordena que cumplan con su cometido. De pie espera la orden de fuego pero no se lleva a cabo, el oficial contempla su tortura y da orden de regresarla al calabozo.

Tiempo después es sacada de Margarita y embarcada para La Guaira. En La Guaira es llevada a presencia del Comandante Remigio María Bobadilla quien le ofrece la libertad a cambio de que abandone a su esposo y abjure de sus propias convicciones. Luisa contesta altiva sin inmutarse "no es así como se trata a una mujer honrada e inocente". Días después, es conducida a Caracas e internada en el convento de la Inmaculada Concepción, situado en la Plaza de la Catedral, hoy Plaza Bolívar. Han transcurrido dos años desde que salió de Caracas. En enero de 1817 es trasladada a España a bordo del "Pópulo", capitaneado por Navas quien la presenta a las autoridades de Andalucía, allí queda asignándole una pensión de 15 duros y la obligación de presentarse mensualmente al Juez de Alzada. Don José María Morón y su esposa le ofrecen su hogar percibiendo la pensión que daba el gobierno y prestando la fianza que exigía el Capitán. Corriendo el año 1818 se prepara para la fuga a cargo del teniente Carabaño, y al fin Luisa logra la ansiada libertad. El 26 de julio de 1818 a los 19 años de edad regresa Luisa feliz, a los brazos de su madre y de su esposo, después de una ausencia de 4 años durante los cuales sufrió toda clase de vejámenes y privaciones.

En Juan griego es recibida por la población con toda clase de pompas. En el templo de la Villa se cantó un Te Deum y durante ocho días continuaron las fiestas y regocijos populares. Desde ese mismo día Luisa Cáceres, volvió al goce de la vida privada, silenciosa y retirada de la sociedad. El día 2 de julio de 1866 se duerme dulcemente Luisa Cáceres de Arismendi a los 67 años de edad. Su honesto sentido del deber, su feminidad, su dignidad y su firmeza de convicciones quedaron de pie ante la historia para ejemplo de las mujeres que luchan, sufren y esperan.









LEONOR GUERRA

Si hay algo que sobrevivirá a los cataclismos de la naturaleza y de la sociedad, es el sacrificio de la mujer que se inmola en aras de la familia o de la Patria. La corta y elocuente historia de Leonor Guerra es el honroso legado que nos van dejando las generaciones cumanesas. Esta heroína admirable, tan noble de sentimientos como de familia, había abrazado desde sus primeros tiempos la causa de la independencia, sin prever que ella simbolizaría en cierto día una de las coronas de ciprés que se unirían a las coronas de laureles, para sintetizar el dolor y la dicha, el martirio y la victoria en sus conquistas de ideales, en el constante combate de la vida.

En su ciudad natal contrajo nupcias con José Tinedo de quien tuvo una hija Francisca Antonia. Desde muy joven Leonor sintió simpatías por la causa independentista.

En 1816, el coronel Juan Aldama, jefe y gobernador interino de la provincia de Cumaná enardecido por los triunfos de Gregor MacGregor en las batallas de Quebrada Honda (2 agosto), Alacrán (6 septiembre) y Juncal (27 septiembre), descarga su ira en Leonor Guerra.

En aquellos días los patriotas habían adoptado por divisa política la cinta azul. Las señoras patriotas acostumbraban llevarlas en sus peinados, aunque con estudiada precaución. En las colonias, donde tenían las emigradas más libertad, ostentábase con alegría la azul divisa. Así al visitarse en los días de Navidad, se saludaban las familias con los siguientes versos:

Las cintas azules

Son el estribillo:

Que viva la Patria,

Que muera Morillo.

Doña Leonor se asomó a la ventana en cierto día en que Aldama estaba de mal humor. Sea que Leonor ostentaba en su peinado un lazo de cinta azul, o que la ojeriza del Gobernador necesitase, para estallar de alguna víctima, una delación fue hecha y una condena fue pronunciada. Ordenábase que Leonor Guerra, sentada sobre un burro enjalmado, recibiese públicamente doscientos azotes, por insurgente revolucionaria, que se le amonestase en cada esquina por donde debía pasar y se la excitase a revelar los nombres de sus cómplices, y de no hacerlo así, se cumpliese con lo dispuesto por la autoridad, teniendo que acompañar a la acusada sus compañeras las insurgentes de Cumaná.

Colocada la heroína sobre un jumento enjalmado, con la espalda casi desnuda, comienza aquella procesión, infame aborto del corazón de Aldama. Confiesa tus cómplices, le dicen los verdugos, antes de cada descarga "Viva la patria, mueran los tiranos", contesta Leonor al instante caen sobre la espalda de la admirable víctima repetidos latigazos y así va repitiéndose el castigo hasta que Leonor casi exánime, es conducida a su hogar.

Por información histórica de testigo presencial quién narra este horrible suplicio de la heroína Leonor Guerra, explica que esta noble mujer después de sufrir toda clase de infamias, rehusó toda especie de alimento y asistencia médica, muriendo más tarde. La modestia y gran delicadeza le impidieron sobrevivir al castigo con que habían querido humillarla aquellos bárbaros.

JOSEFA CAMEJO

Era nativa de Aquaque, Paraguaná, en las inmediaciones de Pueblo Nuevo, Distrito Falcón, hija de Don Miguel Camejo y Doña Ignacia Talavera y Garcés. Nació el 18 de mayo de 1781. Desde Barinas en al año 13 forma parte del Ejército Patriota. Perseguida por los Españoles se asila en Nueva Granada.

Regresa a Venezuela clandestinamente e inicia la lucha por la independencia. En Paraguaná, se interna en un hato de su propiedad y busca prosélitos para el ejército.

Encabeza la rebelión poniéndose al frente de 300 esclavos para atacar a la Provincia de Coro que inicia la obra liberación.

Y toca a ella misma leer el manifiesto que declara libre a la Provincia de Falcón el 3 de mayo de 1821, haciendo el solemne juramento a la República en Pueblo Nuevo bajo un frondoso cují.

Es ella una figura histórica, consagrada en el procerato Venezolano de la Independencia como uno de sus valores femeninos más conspicuos. Su mérito eminente radica en el hecho de representar, en un momento indeciso, cuando la región coriana era todavía el más fuerte baluarte de la resistencia realista, el espíritu de la revolución, el nervio activo que iba a canalizar la acción republicana en el seno mismo de la comarca disidente. En efecto es aceptado como hecho concreto que Josefa Camejo, inspirada en los ideales unitarios de la República, de los cuales era apóstol benemérito su pariente el Obispo Talavera y Garcés, encabezó un grupo de animosos partidarios y que desde su hato de Aquaque haya partido a la conquista de Pueblo Nuevo, localidad que, después de un ligero tiroteo, tomó en esa ocasión. Era el primer paso de un suceso histórico de hondo significado en el orden moral.

Noticioso el Libertador de aquellos sucesos, dirigió a los Corianos su famosa proclama de san Carlos el 6 de junio del mismo año.

Algunos estudios de la historia dan por hecho que Josefa Camejo tomó parte en otras campañas desde 1813, así como en las del Sur; pero sobre ambos particulares no se tiene a la mano elementos comprobatorios. Mas no le hace falta al relieve histórico de la Camejo, pues ella se inmortaliza con su heroico gesto de Pueblo Nuevo, cuando sus paisanos los coroneles Carrera y Colina e Inchaupe se aprestaban a ensangrentar de nuevo la Provincia en defensa de la causa realista.

Murió esta gran heroína dejando para la Patria, su recuerdo imperecedero y para las nuevas generaciones, los sentimientos de honor y libertad que debemos llevar todos en nuestros corazones por la gloria y la liberación de los pueblos oprimidos.

CECILIA MUJICA

Cecilia Mujica conocida como "La Mártir de la Libertad" era hija de del realista Martin de Mujica de familia acomodada y prometida del joven español Henrique de Villalonga con quien compartía las mismas ideas revolucionarias

Muy pronto será la boda para cuyo acontecimiento se mueve el círculo social de los futuros contrayentes. Don Martín es realista de firmeza, Enrique y Cecilia pertenecen al Comité Revolucionario y son de los más audaces propagandistas de las ideas emancipadoras: él distribuye clandestinamente y con peligro de su vida boletines encendidos con el fervor de la libertad: ella confecciona escarapelas y divisas tricolores para el pecho de los voluntarios y compone exaltantes canciones patrióticas, y como sabe pulsar la lira las ofrece como regalo a sus oyentes en las tibias y perfumadas tardes de la tertulia.

Muere su padre como una de las muchas víctimas del terremoto de 1812

El gobernador de San Felipe el teniente realista Don José Millet hace levantar un cadalzo como contrapeso al decreto de guerra a muerte dictado por Bolívar en 1813 es justo en ese mismo año que es sentenciada de antemano a morir fusilada

Don Martín de Mújica, es una de las innumerables victimas del terremoto de 1812. Cecilia queda huérfana y desvalida. Su desolación no tiene nombre, su pena es infinita, pero arde en ella, en lo más recóndito de su alma y su ser el fuego sagrado de la patria libre que le da aliento para seguir viviendo y a partir de aquel momento Cecilia se convierte en una de las mas audaces propagandista de las ideas emancipadoras, encendidos boletines clandestinos son distribuidos por Cecilia en la ciudad de San Felipe

Pero hemos llegado al año 13, nublado por las consecuencias del decreto de Guerra a Muerte, que entenebrece la ciudad de San Felipe regida por Don José de Millet, Teniente de Gobernador de la muy noble y Leal Villa, quien con crueldad y firmeza sin nombre hace contrapeso insólito a aquella medida necesaria de la Dirección Republicana, levantando infamante cadalso, donde uno a uno fueron rindiendo sus vidas preciosas nuestros hermanos de ayer, acusados del delito de profesar la fe de nuestros libertadores, sustentada por Bolívar en sus proclamas que serian hoy documentos de avanzada hacia la compresión de los pueblos unidos de las América.

Cecilia Mújica con su corazón reverberante de angustias; y llena de ese amor y fe inquebrantable por la libertadad de la Patria, hace caso omiso a las disposiciones del asesino Gobernador José de Millet y aún a costa de su propia vida sigue impertérrita en sus propagandas en pro de la liberación, la que pagaría muy pronto bajo el fuego de la fusilaría de los bárbaros soldados realistas.

Oigamos ahora el recuento de Bracho: “Era un día nebuloso, opaco y saturado de tristeza, como que la naturaleza se opusiera al más cobarde atendido de las hordas españolas. Custodiadas por los soldados del Orden de Cazadores, fue llevada al tenebroso sitio de los “Zunzunes” en el camino de Cocorote, la Mártir de la Libertad Cecilia Mújica. En la quebrada de Saballo, sentenciada de antemano, revestida con el nefasto vestuario de los que van a ser ejecutados, fue vendada y montada en un potro que luego la transportó al sitio destinado para la ejecución. En un grueso tronco de zunzún que seco y duro permanece en aquel sitio, fue atada la heroína. He aquí sus postreras palabras: “Toma buen hombre Ambrosio Trejo, -así se llamaba uno de los soldados que la custodiaba - esta madeja de mis cabellos con ese anillo y entrégalos en su prisión a mi amigo Henrique de Villalonga y dile que le devuelvo esa joya, contrato de nuestras nupcias y que la conserve como el ultimo recuerdo de la mujer que no tiene la fortuna de ir a sus brazos, pero sí la gloria de inmolarse por la libertada de nuestra patria. Viva el suelo querido. ¡Viva la Libertad!. Estas últimas palabras de la Heroína se confundieron con la horrorosa detonación de la fusilería que le daba muerte.

TERESA HEREDIA

Mujer de garbo atrayente y de gran personalidad. Nace en la Villa de Ospino en 1787, en hogar de levada posición social y económica, emparentada con el Coronel Fermín de Heredia, Jefe realista que murió en la Batalla de Araure en 1813.

Teresa crece en medio del bullir de las ideas de emancipación y se decide, como sus padres, por la independencia quienes pagan con sus vidas, su amor por la libertad dejando a Teresa huérfana al cuidado de una tía con quien se traslada a la Guaira. Allá comienza a transformarse la niña en la mujer y apenas con 17 años, en la flor de su hermosura contrae matrimonio con un isleño de nombre José Antonio Aguero, quien al conocerla queda prendado de su gracia y atractivo personal.

A los 19 años queda viuda y se dedica totalmente a la lucha por la independencia al lado del ejército patriota, hasta que un día cayó presa porque no quería decir donde estaban escondidos los "insurgentes" que habían buscado asilo a su lado.

Seis meses de angustias, de amarguras y de terribles presagios vive Teresa en la prisión guaireña.

El 8 de mayo de 1818 Teresa Heredia es conducida de la prisión de la Guaira a un calabozo de la cárcel de Caracas, Don Antonio Guzmán, Sargento Mayor de la Plaza lleva una órden de Moxó para hacerle una "sumaria" a Teresa, "sospechosa de infidelidad". Algunos testigos pagados la acusan de ser una "ardiente y decidida patriota" dicen que la han oído hablar de la llegada del General Bolívar a la isla de Margarita con siete buques y que la habían visto viajar en las ancas del caballo de Yañez. Otros dicen que la han visto vestida de hombre en los llanos con los realistas y que Luis Dato, el Gobernador de Valencia, le había quitado unos dineros que llevaba a los patriotas.

Teresa Heredia, altiva y digna, habla ante los que los acusan. Confiesa que se llama Teresa Heredia, que tiene 19 años y es viuda de José Antonio Aguero, "quien debe estar en los infiernos por realista". Dice que es de oficio costurera vino a Caracas con un pasaporte firmado por el Alcalde del Peñón a arreglar su matrimonio con el artillero Hidalgo. Niega los cargos que se le hacen. No conoce a Yañez, nunca lo ha visto. Lo del dinero que dicen le quitó el Gobernador Dato, es incierto, porque "nunca lo tuvo" refiere que la razón de que Dato, es incierto, porque "nunca lo tuvo" refiere que la razón de que Dato la prendiera sin fórmula de juicio le mandara a cortar el pelo, la bañara en mieles y la emplumara para luego pasearla por las calles de Valencia al son de cajas destempladas, "es porque no quise ser del Gobernador Dato porque me estaba casando con Pedro Marturel". Confiesa que en “Bárbula”, a cuatro curros del Batallón Granada les salvó la vida". No tengo iglesia porque solo la necesito para encomendarme a Dios". Y firma: Teresa Heredia.

Se ordenó ampliar la "sumaria" con los testigos de Valencia. El Regidor declara que "el castigo vergonzoso fue por su infidelidad y vida relajada en el trato con los hombres", pero el Escribano público Don José Otálora habla del patriotismo de Teresa Heredia y dice que este era en verdad su crimen. No obstante se la juzgó y condenó.

El Consejo de Guerra no puede probar su actividad revolucionaria, pero el asesor Oropeza, despiadadamente, aconsejó "que se expulse a la América del Norte a esa mujer incorregible, para que allí sea independiente y la enseñen a vivir en sociedad". Conducida al barco que la llevaría fuera de la Patria querida, mira por última vez el paisaje con los ojos arrasados en lágrimas y haciéndose violencia para no mostrar su momento de debilidad ante el enemigo, les vuelve la espalda. Es el último tributo de su amor a la libertad.

Nada más volvió a saberse de esta gran heroína Teresa Heredia, que su nombre dejó escrito para la posteridad, y para el corazón de los venezolanos con el recuerdo imborrable de su inmensa pasión por la independencia.


ANA MARIA CAMPOS

La heroína Zuliana nace en Puertos de Altagracia, hija de Don Domingo Campos y Doña Ana Maria Cubillán. Es decidida por la Independencia desde pequeña.

Durante los años de su infancia y de su adolescencia vive junto a los suyos los días y las noches ardidas de heroísmo, radiantes, generosos plenos de sangre y de lágrimas que parecían no agotarse jamás.

La casa de Ana Maria Campos es el puerto de salvación, el asilo seguro para reuniones patrióticas; allí, entre sus cuartos estrechos se reúnen para organizar la resistencia, para buscar prosélitos a la libertad. La muchacha gentil, en plena floración de su juventud, valiente, generosa, se ofrece en su ayuda: ella también es venezolana. Y se da una y otra vez en la obra generosa de ayuda, colaborando en la organización de los patriotas, dejando oír su voz en las reuniones clandestinas, ¿por qué no? No era ella una venezolana? ¡Que importa que sea mujer!

Y fue en una de estas reuniones clandestinas que dejó escapar de sus labios la frase inmortal que debía llevarla al martirio: “si Morales no capitula, monda“. El capitán Francisco Tomás Morales, Gobierna en Maracaibo y persigue a los patriotas con ensañamiento. Conducida prisionera ante el mismo Morales no se desanima Ana Maria ¿había medido ella la gravedad de su situación cuando ocurrió las calles que la separaban de su casa a la del tirano? En su propia presencia explicó las razones que la inducían a creer que si no capitulaba, estaba perdido. Conocedora, por haber compartido ampliamente, del frenesí patriota del amor de su pueblo por la libertad, de su espíritu de sacrificio, no concebía Ana Maria que una vez libertada la patria en su casi totalidad del yugo español, pudiera este hombre cruel y sanguinario arrebatar la gloria a los suyos.

Morales, en un gesto de soberbia, sintiéndose humillado por aquella tierna mujercita, ordena que sea vapuleada públicamente, montada en un asno y paseada desnudada por las calle de la ciudad. Y así aparece ante la historia esta zuliana Ana Maria Campos: montada sobre un asno, paseada a lo largo de las calles sintiendo sus carnes rasgarse al golpe del látigo infame.

Fue el negro africano Valentín Aguirre el encargado de descargar con toda su fuerza brutal la mano armada del látigo sobre las carnes de la joven patriota. Ana Maria sintió correr su sangre sin exhalar un gemido, concentrado su voluntad y sus anhelos en la repetición de la tremenda disyuntiva.

“Si no capitula, monda”. La risa asquerosa del chacal satisfecho, asiste a la escena. “Si no capitula, monda”. “Si no capitula, monda”…. La frase es repetida hasta la saciedad. A cada latigazo del verdugo sobre sus carnes mayugadas salen de los labios sedientos y amargos: “Si no capitula monda”…No seria extremado asegurar que en los oídos del tirano resonaron esas palabras hasta en sus horas de soledad y de silencio. Creyó Morales, como lo creen todos los tiranos. Que las ideas se matan con el látigo y con las torturas, que quebrantando el cuerpo, las ideas mueren. Y lo que logró fue dar a la Patria venezolana una heroína al poner a prueba una voluntad decidida. Hacer brillar con más alteza la causa de la Libertada y de la Justicia. Parecía que nadie se hubiese dado cuenta del gesto heroico de la muchacha patriota. Las madres aterrorizadas desconocían la razón por la cual las obligaron un día presenciar el espectáculo de una joven arrastrada al suplicio, ignorando la entereza de su gesto.

Parecía que todo quedaría en silencio, que nadie sería capaz de recoger su nombre para incluirlo entre los nombres de los héroes de la libertad. Pero el pueblo zuliano había guardado en su noble corazón la imagen de la muchacha torturada y humillada. Para luego exhibirla como un ejemplo de fe y de decisión en las futuras generaciones. Ana Maria Campos está allí en su pedestal que el mismo pueblo le construyó con su sangre generosa: está en sus corazones hoy como ayer, sirviendo de faro luminoso a todas las mujeres y a todas las juventudes que aman la libertad sin claudicaciones, como la amó esta hermosa heroína zuliana. Allí ha quedado esta flor inmaculada, hermosa, virginal, radiante, generosa: Ana Maria Campos está en el Corazón de todos los venezolanos, de todos los hombres y mujeres que aman la libertad y la justicia, sin claudicaciones, como el más hermoso símbolo de la lucha femenina por estos mismos ideales.

EULALIA RAMOS SÁNCHEZ DE CHAMBERLAIN

Era hija de Don Ignacio Ramos y de Doña María Alejandra González Henríquez, nativa de Tacarigua de Mamporal en los ricos valles de Barlovento.

A los diecisiete años de edad, y a comienzos del año 1812, contrae matrimonio con el joven Juan José Velázquez, de familia muy conocida.

Bellos y alegres comenzaban los días para los desposados, por la paz de que gozaban. y sin embargo ¡cuán presto la desgracia iba a amargar la existencia de aquellos seres, que creían estar lejos de la tempestad!

El esposo huye de las persecuciones políticas, Eulalia también tiene que huir de Mamporal, se interna en el monte donde debía esperar noticias para seguir al vecino pueblo de Río Chico. Llevaba en sus brazos una niña de cuarenta días, fruto de su primer amor.

Escondida en los montes pasó Eulalia algunos días, y cuando escaseaban los alimentos y la soledad pesaba sobre ella como una masa que le agobiara, ve la madre en cierto día, que la niña cansada de llorar, se tranquiliza de pronto, se enfría lentamente: la niña había muerto.

Días después de haber llegado a Río Chico, al salir de su casa una mañana para visitar a una amiga de confianza, de pronto se encuentra en medio de una guerrilla española capitaneada por un oficial de la localidad, a su lado una mujer de nombre Lorenza, trigueña y fornida, amenazante corre al encuentro de Eulalia, darle a ésta una bofetada que la derriba, asirla por los cabellos y arrastrarla por la calle, fué obra de un instante. Eulalia grita y pide socorro: mátenla! contestan los soldados por Lorenza arengados, quien fuera de sí, conducía su víctima cerca del capitán. Pálida y extenuada queda aquella, perdiendo el sentido.

Van a sacrificarla, pero en ese momento se oye un toque de corneta, a cuyo sonido huyen jefe y soldados precipitadamente. Eran patriotas.

Sin comprender Lorenza, tenía aún asida por los cabellos a Eulalia, cuando el jefe se apodera de aquella feroz mujer y luego de informarse de lo ocurrido manda a pasar por las armas a Lorenza, en tanto que ofrece garantías a las familias del lugar. Eulalia es conducida a su casa, donde sus amigos le prestan atenciones de todo género. Esto acontecía a mediados de 1813.

Al tener conocimiento en Caracas de los ultrajes sufridos por Eulalia, es mandada a buscar por su tía Josefa Pía, esposa del Licenciado Martín. Llegados los acontecimientos del año 1814 y con ellos la nueva pérdida de la República, el Licenciado acompañado de toda su familia y con ellos Eulalia, salió para Cartagena.

A la salida de Bolívar de Caracas, volvieron a gobernar los españoles, siendo descubierto Velásquez por aquel oficial amante de Lorenza.

Hecho prisionero fué conducido al sitio que servía de plaza pública e interrogado así:"¿Donde está tu mujer Eulalia?" Pregunta con ira y sed de venganza. "Nada sé de ella contesta Velásquez". "Entrega a esa insurgente, pues de lo contrario te fusilo". Repito que nada sé de mi esposa y que ignoro dónde está. Sin más fórmula que ésta, el oficial ordena su fusilamiento, Velásquez muere sin proferir siquiera una palabra.

Cansada Eulalia de esperar en Cartagena y sin noticias de su esposo, resuelve trasladarse a Cumaná o Barcelona, donde imagínase encontrar a Velásquez.

Impuesta Eulalia a su llegada a Cumaná de la triste suerte que había corrido su esposo, refugióse en la casa de su padre, en un sitio cerca de la ciudad. Allí vió correr al lado de su padre los años de 1815 y gran porción del 1816, cuando conoce al oficial inglés Coronel Chamberlain, edecán de Bolívar y quien llegó a prendarse de tal manera de la heroína, que le padre tiene que dar su asentamiento para el próximo enlace de la viuda.

Pero volvamos de nuevo a la heroína que aparecerá en la última etapa de su gloria en la "Casa Fuerte" de Barcelona, al lado de su esposo el Coronel Chamberlain.

El 7 de abril, bajo las órdenes del Coronel Aldama, el ejército español ocupaba a Barcelona. La población compuesta de hombres, mujeres y niños se refugió en el convento de San Francisco donde se fortificó el ejército patriota. Eulalia está en una celda en compañía de otras señoras y de su esposo. "Estamos perdidos dice Chamberlain a Eulalia seremos víctimas de los invasores". Eulalia es separada de su esposo, pero conserva una pistola que éste le ha entregado, se oye un pistoletazo en la celda donde quedó Chamberlain, éste acaba de morir.

Eulalia escucha el tiro. un oficial español le ofrece salvarla, y algo le dice que ofende su pudor, "Grita, viva España, mueran los patriotas y te salvo, le dice el oficial". Con el pensamiento puesto en su marido, arma con rapidez la pistola y al grito de "Viva la Patria, mueran los tiranos", descarga el arma en el pecho de tan pérfido amante, quien cae muerto a sus pies.

Sobre aquella mujer, descargan los soldados golpes con sus armas hasta cuando ya es cadáver, le arrancan sus joyas, mutilan su cuerpo ensangrentado y lo amarran a la cola de un caballo.

Así termina la existencia de aquella valerosa mujer, a quien Dios la tenía destinada para ser una de las más valerosas heroínas de la emancipación del Nuevo Mundo.

MARIA DEL CARMEN RAMIREZ

Símbolo de mujer que encarna con esplendor inusitado una expresión magnífica de rigidez republicana. Nació María del Carmen Ramírez en San Cristóbal, Edo. Táchira como fruto del matrimonio celebrado en 1773 en dicha ciudad entre Don José Ramírez y doña Ignacia Gutiérrez de Caviedes, y en el año de 1796, unió sus destinos con el caballero trujillano Don Juan Antonio Briceño Uzcátegui, de cuyo enlace procrearon varios hijos.

Poseedora de valiosas propiedades, todos sus bienes y servicios personales estuvieron desde el primer momento y hasta donde lo demandan los honestos fueron de la persona humana, a favor de la justa causa de la Independencia.

Entre sus propiedades contábase un hato de ganado en la región de San Camilo, una elegante y cómoda casa en San Cristóbal, y entre varias casas de que también era propietaria en el Rosario de Cúcuta (Colombia), se incluía una de dos plantas amplísima y lujosa que fue sede del Congreso del Rosario celebrado en 1821 y también sirvió como mansión de residencia del Poder Ejecutivo y fue llamada Palacio del Congreso y Palacio de gobierno de la Gran Colombia.

Su devoción a los principios e ideas emancipadoras hizo blanco a esta heroína de la furia y hostilidad de los realistas de modo sañudo y cruel, tanto en su persona y familiares como en sus intereses todos. A los últimos meses de 1819, cuando todavía se veían hostigadas estas comarcas por las huestes realistas damos con doña María del Carmen en San Cristóbal donde es víctima de la captura que en su persona hizo una fuerza enemiga que la condujo junto con otras señoras patriotas en humillante calvario hasta el pueblo de bailadores, donde es rescatada por un piquete de caballería que para tal fin hizo despachar Bolívar desde Pamplona al mando del Coronel Leonardo Infante.

Se recuerda el calor de la tradición familiar el fastuoso recibimiento y hospedaje que dio poco tiempo después de su experiencia a manos del enemigo, al Libertador y la parte que tuvo para intervenir ante el Héroe implorando el indulto del realista Francisco Miguel Pacheco condenado a la última pena.

Su condición de madre sufrió inmensa pena pero elevada a la sublimidad en esta gran mujer venezolana que todo lo da y todo lo pierde por la liberación de la patria al alentar a su adolescente hijo Pedro Briceño Ramírez quien no había cumplido os 16 años a que se aliste en expedición guerrera con el osado intento de libertar a su patria. Tomado prisionero es condenado a la última pena y se salva milagrosamente de ser ejecutado junto con sus compañeros por la intervención piadosa según la leyenda de una damita criolla favorita de Tíscar.

Este contratiempo en nada arredró al joven Briceño quien siempre alentado por su valerosa madre empuña de nuevo las ramas en filas patriotas y peleando en varios combates con arrojo y valentía alcanza el grado de capitán, cayendo al fin gallardamente después de larga y sangrienta brega.

La historia y la leyenda conservan inéditos la mayor parte de interesantes páginas de relatos de sucesos y actos heroicos y desinteresados que en favor de la causa patriótica fueron protagonizados por Doña María del Carmen Ramírez de Briceño, cuya importancia proyecta ostensible y magnificente el conjunto de hechos y episodios elevados que inmortalizan los anales del movimiento emancipador de Venezuela.

Gozó Doña María del Carmen de merecida fama entre los más preclaros adalides de la Independencia, por ser su actuación descollante de su sublime mujer, por la entereza y prestancia de sus actos heroicos, por su hidalguía y por el entusiasmo de su fe republicana.

Murió esta gran heroína en San Cristóbal el día 7 de febrero de 1857, se le hicieron oficios religiosos por el cura Rector, Rafael M. Galvis, y se le dio sepultura eclesiástica a su cadáver enterrándolo en una bóveda a la entrada del Cementerio Municipal.