ESTADO-PUEBLO O SEGUIR JUGANDO CON EL ESTADO–NACION

¿CONSTRUIR EL ORDEN INTERNO EN BASE AL ESTADO-PUEBLO O SEGUIR JUGANDO CON EL ESTADO–NACION, DADO QUE LA HEGEMONIA POPULAR ES DEBIL Y ESTA EN CONSTRUCCIÓN?

Ante tal disyuntiva, somos contundentes en nuestra respuesta:

Precisamente, por estar aun débil y en construcción es que debemos ir incorporando a la batalla de las ideas, como nos invitan Fidel y Chávez, conceptos emancipatorios que desplacen aquellos que tradicionalmente inmovilizan y excluyen a los pueblos, para que cada mujer y hombre de nuestros pueblos adquieran conciencia de que el Pueblo en verdad de verdad es el Estado; y esa es la intención de la propuesta que compartimos: iniciar a los pueblos en su soberanía de Estado consciente, para que en el ejercicio pleno de esa soberanía popular, puedan evitar los agobios que les produce su responsabilidad de ignorantes, pues no en vano advirtió Simón Bolívar que un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción.

En este sentido, se dice que "Las respuestas condicionadas le hacen el juego al enemigo" y esto es justo, lo que debemos evitar, por cuanto promover y trabajar los actuales procesos de emancipación e integración de los pueblos con los mismos mecanismos y paradigmas del pasado, es hacerle el juego a quienes históricamente se han beneficiado de esa ignorancia a través de una seudo democracia meramente representativa por la que se le usurpa la soberanía a los pueblos. Democracia respeto a la cual, Hugo Chávez afirmara en 1997: "En Venezuela no ha existido Democracia, sino una dictadura de cogollos que deciden por el pueblo y contra el pueblo". Expresión que igualmente aplica, en mayor o menor grado, a todos los Estados-nación, y en particular en este momento, a Honduras.

Al respecto, el Che nos advierte el peligro que se corre de llegar a un callejón sin salida, al perseguir la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca de un desarrollo acelerado, entre otros). Callejón sin salida al que se arriba, tras “recorrer una larga distancia en la que los caminos se entrecruzan muchas veces y donde es difícil percibir el momento en que se equivocó la ruta. Entre tanto, la base económica adaptada ha hecho su trabajo de zapa sobre el desarrollo de la conciencia.” Por lo que agrega: que simultáneamente con la base material, hay que hacer al hombre nuevo.

Advertencia que debe tenerse siempre presente para no olvidar que a quienes el Estado-Nación beneficia, no les interesa que los pueblos adquieran conciencia de su soberanía., porque entonces esos pueblos en sus hechos, no se limitarían a exigir derechos, sino que los tomarían en ejercicio pleno de su soberanía, no sólo en el orden interno de sus Estados respectivos, sino también en el orden regional en el que hoy se reflejan los conceptos de Estado-Nación, Soberanía Nacional y Democracia representativa para una Integración económica con órganos Supranacionales que menoscaban la soberanía de los Estados miembros o que a lo sumo, con órganos meramente intergubernamentales se caracterizan por su déficit democrático de total exclusión o de alguna participación de los pueblos y esto sólo a manera de consulta no vinculante, a través de movimientos sociales vanguardistas y ONGs en muchos casos de dudosa naturaleza, que hablan en nombre de los pueblos pero que no son los pueblos.

En el proceso revolucionario que vive la República Bolivariana de Venezuela, pueblo y gobierno enarbolaron las banderas de la emancipación rompiendo paradigmas y mecanismos tradicionales de la democracia burguesa, y hoy junto a otros pueblos y gobiernos, avanzan en la construcción de la soberanía popular y la democracia participativa y protagónica. De igual forma, el ALBA a nivel regional ha roto con muchos de los paradigmas y mecanismos neoliberales, y por eso la temen, y mas la temerán cuando pueblos y gobiernos enarbolemos la bandera grannacional del Alba, con órgano u órganos grannacionales, en los que al impulso de los Estados-Pueblos, se sigan rompiendo paradigmas y construyendo mecanismos participativos y soberanos de una verdadera integración de los pueblos, por los pueblos y para los pueblos.

Aura Piña Rodríguez